Lidia y Guillermo pasan en un apartamento su última tarde juntos. El nacimiento de esta novela, Noticias del fin del mundo, comenzó por lo que luego sería su final: la tarde que vi a una mujer sentada en las escaleras de una boca de metro con la cara entre las manos.
Hoy era jueves 10 de julio de 2014. La temperatura, que no había superado los 28 grados en toda la jornada, resultaba inusualmente fresca para una tarde de verano en Madrid.
De regreso del trabajo, Guillermo entró en un supermercado y compró pepinillos y cebollitas en vinagre, un pollo asado envasado al vacío, una botella de tinto de Rioja y unos bombones de la Caja Roja, los preferidos de Lidia. Al llegar a su portal, recordó que por la mañana, durante el desayuno en una cafetería cercana al trabajo, un compañero le había interrumpido mientras leía en el periódico un artículo sobre Brasil. Se sentó a su mesa, enfrente de él, y le estuvo hablando de su hija, que este año había completado la carrera de economía con buenas notas. Su compañero, un hombre sencillo, estaba orgulloso: su hija era el primer miembro de la familia en obtener un título universitario.
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Acerca de Noticias del fin del mundo
Esta novela brevísima cuenta la historia de amor de Lidia y Guillermo, pero no sólo su historia de amor.
Creo que simplemente quería expresar un estado de ánimo. También la historia de los dos amantes que se esconden tiene lugar en un contexto, y habría sido diferente en un contexto distinto.
Lidia y Guillermo no saben a dónde van. Creo que estos sentimientos están vinculados a un periodo que se inició en 2008, con la irrupción de la crisis económica internacional, pero que aún no se ha cerrado. No es que el entorno determine nuestras decisiones, sino que el entorno nos empuja en un sentido y a veces nos ofrece posibilidades. Nuestras decisiones son siempre, en parte, una respuesta a un entorno que puede ser propicio o resultar opresivo.
Nosotros a veces creemos saber adónde vamos. Por más que la vida de cada uno de nosotros se desenvuelva en el pequeño contexto de nuestros trabajos, las relaciones familiares y de amistad, un entorno sobre el cual creemos tener ciento control, parece difícil negar el impacto enorme de la macroeconomía y las instituciones en nuestras decisiones más pequeñas. La pérdida de un empleo puede implicar el final de un amor o abrir nuevas puertas. Vivimos en un mundo interconectado por aviones, ordenadores y medios de comunicación. Incluso la noticia de un partido en un campeonato mundial de fútbol, a miles de kilómetros de distancia, puede alterar un pensamiento, un sentimiento y la decisión que finalmente toma Lidia. Una conciencia, si quiere ser realmente conciencia y crecer autónoma, debe luchar con esas influencias y a veces apoyarse en ellas, pisarlas si es necesario.
Así que quería expresar un estado de ánimo, contar la sencilla historia de amor de Lidia y Guillermo en el Madrid de 2014. Una historia tan pequeña como tantas otras. Tan importante. Amores que se hacen y se deshacen. Deseos que se cumplen y otros que se posponen, a veces para siempre. La historia de una frustración y no sé si una decisión prudente o una aceptación cobarde o, por el contrario, un debatirse en la angustia antes de ponerse en pie y regresar corriendo al apartamento para iniciar con ilusión una nueva vida. Nunca he tenido claro que quiero contar. Una novela puede ser tan compleja como la vida. Debe ser tan compleja como la vida.
El nacimiento de esta novela, Noticias del fin del mundo, comenzó por lo que luego sería su final: la tarde que vi a una mujer sentada en las escaleras de una boca de metro con la cara entre las manos. Imaginé que se llamaba Lidia y que acababa de pasar su última tarde con Guillermo. Pero el verdadero final, no el de la narración, sino el de la historia, ese final no está escrito.